Pide consuelo divino
por La Tinaja EditorialMateo 7, 11. “Pues si ustedes, que son malos, saben dar
cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está
en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan!”.
Hay momentos en la vida que nos sentimos desmotivados,
dispersos, tristes, pasmados o preocupados.
Sentimos que estamos atravesando por un desierto
espiritual y emocional. Lo que sucede, es que nos
hace falta confianza en nuestro Padre Celestial que
está siempre atento a enviarnos su consuelo divino
que nos levanta, nos alienta, nos edifica y nos motiva
permanentemente, con la mirada puesta en el mejor
vivir y en la eternidad.
Cuando pides consuelo divino por medio del Espíritu
Santo, las cosas se mueven de manera especial a tu
alrededor para que tu vida cobre una nueva motivación,
tu corazón se alegre y recupere una nueva razón
para motivarse: una llamada, una buena noticia, un
gozo interior en el corazón, alguien te pide perdón, te
sale un negocio que esperabas hace tiempo, un examen
médico sale con mejores resultados… así, llega
un consuelo divino, un consuelo enviado por Dios a
tu vida para reconfortarte y alegrar tu corazón y para
que sepas que no estás solo(a).
No olvides que Dios es Padre, y un padre bueno y poderoso;
y que Él quiere siempre dar lo mejor a sus hijos
que claman a Él de día y de noche. Pero debes hacerlo
con el espíritu de la fe y la esperanza de recibir.
Hebreos 11, 6. “Pero no es posible agradar a Dios sin
tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que
creer que existe y que recompensa a los que lo buscan”.
Dios, Padre de amor:
Sólo tú sabes cuánto alivio necesita mi corazón. Por
eso hoy, en el nombre de Jesús, te pido envíes tu consuelo
divino a mi vida para levantarme con alegría a
emprender de nuevo el camino hacia la conquista de
mayores victorias. Te pido que envíes el bálsamo de
tu amor a nuestros corazones que caminan sedientos
por el desierto de la vida.
Amén.
Reflexión tomada del libro Una reflexión para cada ocasión II por Juan Alberto Echeverry