Orden en la vida
por La Tinaja EditorialGénesis 1, 2-5. “La tierra no tenía entonces ninguna forma;
todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el
espíritu de Dios se movía sobre el agua. Entonces Dios dijo:
“¡Que haya luz!” Y hubo luz. Al ver Dios que la luz era buena,
la separó de la oscuridad y la llamó “día”, y a la oscuridad la
llamó “noche”. De este modo se completó el primer día”.
Todo ser humano por ignorante que sea, debe reconocer
que el orden es bueno y nos ayuda a crecer.
Debemos separar en nuestra vida la luz de la oscuridad,
y para ello, necesitamos la ayuda continua del Espíritu
Santo para que podamos poner en orden todos nuestros
asuntos, emociones, pasiones y decisiones.
Todo tiene su orden para que funcione satisfactoriamente
y produzca el gozo y la alegría para lo que
fue creado; para que nuestra vida sea continuamente
armónica y feliz.
Debemos reconocer que voluntariamente hemos
alterado el orden de las cosas, y por ello, con frecuencia
vivimos en un mar de oscuridad, zozobra y
tiniebla, lo cual nos hace vivir en un continuo lamento.
Sin embargo, el orden está a nuestro alcance en todas
las áreas podemos optar por él en el momento que lo
decidamos y con firmeza: en el aspecto económico, en
nuestros hábitos alimenticios, en nuestros sentimientos
y afectos, en nuestras relaciones interpersonales,
y aún, en nuestra vida espiritual.
La pereza, la desmotivación, la irresponsabilidad,
la falta de dominio propio y disciplina, no nos dejan
poner orden a nuestra vida pero lo que más nos
afecta, es la falta de decisión y firmeza para comenzar
a organizarnos en todo.
Comienza a concebir en tu mente. Pon en orden todos
los asuntos de tu vida y verás cómo, poco a poco, va
llegando la armonía que trae consigo el gozo interior.
Primero Dios, luego tu vida, tu familia, tus amigos, tu
economía, tu trabajo, tu descanso y más.
Dios, Padre de amor:
Tú que hiciste la creación de manera ordenada y todo
funciona armónicamente, te pedimos que nos regales
la decisión y la firmeza para tomar las acciones necesarias,
tendientes a organizar los asuntos de nuestra
vida. Te pedimos que nos regales la gracia de morir a la
pereza, los vicios y todo lo que conlleva a que en nues
tra vida haya oscuridad. Clamamos el don del Espíritu
Santo para saber apreciar el orden y mantenerlo.
Amén.