No necesitas más

1 Corintios 2,2 Y, estando entre ustedes, no quise saber
de otra cosa sino de Jesucristo y, más estrictamente, de
Jesucristo crucificado.
Realmente no necesitamos más que saber de Cristo.
Sí, pues el mensaje de la verdad encerrado en su persona,
en su actuar, en su parte natural y sobre todo,
en su parte sobrenatural, nos llena suficientemente
hasta la eternidad, nos sobreabunda, nos satisface
hasta lo más íntimo; así que ya no necesito saber de
otras filosofías, ni otras técnicas humanas, ni nada la
nueva era, para ser verdaderamente feliz, para estar
completamente sano y satisfecho con el don de la
vida y el don de la fe.
Si esto no sucede en tu corazón, quizá es porque aún
no has tenido un encuentro personal con Él, con su
Palabra, con su amor. Tal vez te hace falta profundizar
en la oración, perseverar en el camino de la fe, o escudriñar
en las escrituras.
2Timoteo 3,16 Toda Escritura está inspirada por Dios y
es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar
en una vida de rectitud,
17 para que el hombre de Dios esté capacitado y
completamente preparado para hacer toda clase de
bien.
Dios padre de Amor: Te damos infinitas gracias por el
don de Cristo, por su infinito amor, por su sacrificio,
por su enseñanza, por su consuelo. Te pedimos en el
nombre de Jesús, que nuestro corazón esté completamente
preparado para recibirle cada día en oración,
en sacramento y en cada hermano, a fin de ser eternamente
felices.
Amén.

Reflexión tomada del libro Una reflexión para cada ocasión III por Juan Alberto Echeverry


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