No mires a tu lado
por La Tinaja EditorialHebreos 12,14 Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver al Señor. Apocalipsis 21,27 pero nunca entrará nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas o engañosas. Solamente entrarán los que tienen su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.
¿Será que es posible apartar un poco la mirada de los demás y fijarla en nosotros mismos, para buscar nuestra propia santidad? No mirar tanto si otros se equivocan, si viven en pecado grave, si han caído bajo, si son idólatras, avaros, mentirosos, adúlteros, etc.; en cambio, mirar cómo podemos nosotros cambiar y mejorar cada día hasta alcanzar la propia santidad. Mirar el pecado de otros sólo nos debería servir para orar por ellos, y para tratar nosotros mismos de no caer. Recordemos que no vamos a ser juzgados por el pecado de los demás, sino por nuestro propio pecado.
1 Timoteo 6,11 Pero tú, hombre de Dios, huye de todo esto. Lleva una vida de rectitud, de piedad, de fe, de amor, de fortaleza en el sufrimiento y de humildad de corazón.
12 Pelea la buena batalla de la fe; no dejes escapar la vida eterna, pues para eso te llamó Dios y por eso hiciste una buena declaración de tu fe delante de muchos testigos.
13 Ahora, delante de Dios, que da vida a todo lo que existe, y delante de Jesucristo, que también hizo una buena declaración y dio testimonio ante Poncio Pilato, te mando
14 que obedezcas lo que te ordeno, manteniendo una conducta pura e irreprensible hasta la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo.
Padre Santo: Tú que conoces todos nuestros actos, nuestros pensamientos y nuestras intenciones, clamamos en el nombre de Jesús, tu infinita misericordia y la luz de tu Santo Espíritu, para que podamos con sinceridad y decisión, conquistar cada día caminos de santidad para nuestra vida, ayúdanos a progresar en la virtud y también a ser misericordiosos con quienes
nos rodean. Amén.
Reflexión tomada del libro Una reflexión para cada ocasión III por Juan Alberto Echeverry