No importa lo que pasó

Isa 32:15 Pero el poder creador del Señor vendrá de nuevo sobre nosotros, y el desierto se convertirá en tierra de cultivo, y la tierra de cultivo será mucho más fértil.

No importa el fracaso del ayer, ni el error cometido que ya no se puede corregir. Ya no importa cuánto se ha perdido, ni si quiera quién tuvo la culpa. Lo que importa es aprender de los errores y comenzar de nuevo con paciencia y esperanza. Toma nota de lo que es importante para no volver a fallar y levántate de nuevo. ¡Sí! Es preciso que te levantes con una nueva esperanza en tu corazón, con un nuevo objetivo, con un nuevo impulso; y que con paciencia, vuelvas a comenzar tu vida y tus proyectos con la ayuda de Dios. ¿Quién no ha fracasado en algo?, ¿quién no se ha equivocado?, ¿quién no ha pecado?, ¿quién no ha tenido pérdidas? Lo importante es levantarse de nuevo y confiar en el Señor, en su auxilio poderoso y hacer lo que esté a nuestro alcance. ¡Dios proveerá! ¡Hoy comienzo de nuevo a construir mi futuro, con la fuerza del Espíritu Santo!

Salmo 46,4 (5) Un río alegra con sus brazos la ciudad de Dios, la más santa de las ciudades del Altísimo. 5 (6) Dios está en medio de ella, y la sostendrá; Dios la ayudará al comenzar el día.

Dios Padre de amor: Te pido en el nombre de Jesús, que me regales una nueva fuerza, un nuevo entusiasmo. Que abras una nueva puerta y coloques un nuevo camino en mi vida, para levantarme de cada caída y de cada pecado. Te doy gracias por tu infinito amor que siempre me sostiene y me auxilia. Amén.

Reflexión tomada del libro Una reflexión para cada ocasión III por Juan Alberto Echeverry


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