Humildad

Señor: Cómo me cuesta ser humilde en todo momento, cómo me cuesta dominar mi orgullo y soberbia, especialmente cuando sin darme cuenta me voy subiendo en pensamientos de vanidad, sensualidad y conquista, cuando llega a mi vida o a mi corazón algún éxito o algún logro del mundo. ¿Qué tengo yo que no me haya venido de Ti? Y si algo tengo que sea mío, es el pecado que está en mí y no me deja avanzar con libertad hacia ti. Quiero aprender a ser humilde, porque Tú amas a los humildes y los bendices en todos sus caminos, porque siendo todo un Dios te hiciste humilde para ganar nuestra vida. Quiero aprender a ser humilde porque Tú dices que aprendamos de Ti que eres humilde y de corazón paciente (Mat 11,29). Quiero ser humilde porque, en verdad, en los actos de amor encuentro ese descanso que prometes. Te pido que me ayudes a ser humilde para esperar, para saludar, para compartir mi tiempo con los demás, especialmente con los que no me pueden dar nada a cambio, pero que necesitan de mi compañía y consuelo. Te pido, Padre del cielo, que me ayudes a ser humilde al comprar y al vender, al entrar y al salir, al hablar y al callar, humilde al mirar para no herir a quienes son blanco de mis ojos, humilde cuando espero en el supermercado o en el tráfico, humilde para esperar las dádivas que vienen de Ti sin quejarme. Te pido que arranques de mi corazón y de mi vida la arrogancia, la prepotencia, la vanidad y la soberbia que tanto te desagradan. No permitas que yo busque ser admirado, tenido en cuenta, aplaudido o reconocido, sino que busque tu perfecta voluntad y que pueda sólo mostrar Tu gloria. Ayúdame a que con sinceridad de actos, pueda decirte como la Virgen María: he aquí el esclavo (a) del Señor, hágase en mí según tu palabra. Hoy te abro el corazón y clamo con todas las fuerzas de mí ser, que me ayudes a ser humilde en todo lo que haga. Sal 37,11 “Pero los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de completa paz.” Sal 147,6 “El Señor levanta a los humildes, pero humilla por completo a los malvados.” Pro 11,2 “El orgullo acarrea deshonra; la sabiduría está con los humildes.” Isa 29,19 “Los humildes volverán a alegrarse en el Señor.” Mat 5,5 “Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra prometida, porque heredarán la tierra prometida.” Ef 4,2 “Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor.” Amén.

Adquiere este libro para acceder a todo el valioso material de fe brindado por el autor.

Artículos relacionados

  • Oración ante la duda

    Amado Padre del Cielo, rindo mi corazóna tus pies, seguro de alcanzartu infi nita misericordia, y en virtud detu amor...

  • Oración para perdonar

    Amadísimo Padre Celestial, aquí estoy delantede Ti, con mi corazón adolorido, reseco y necesitadode tu gracia. Recono...

  • No te enredes

    No vale la pena que nos enredemos en la vida condecisiones apresuradas, llevadas por las emocioneso las pasiones. Mil...


Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados