Despierta

Lucas 22,45 Cuando se levantó de la oración, fue a
donde estaban los discípulos, y los encontró dormidos,
vencidos por la tristeza.

46 Les dijo: —¿Por qué están durmiendo? Levántense y
oren, para que no caigan en tentación.

Es necesario despertar de la mentira que el mal ha
puesto en nuestra mente y nuestros ojos. Es necesario
despertar de la mediocridad, de la timidez, de la auto
estima baja, de la frustración que a veces nos llena de
pereza y miedo de enfrentar la vida. Es preciso sacudirnos
de toda circunstancia que nos esclavice, que
nos hunda en la impotencia o incapacidad. Es preciso
despertar al nuevo día, a la verdad que nos dice que
somos valiosos, que podemos levantarnos de nuevo,
que podemos caminar en victoria y conquistar nuevas
metas. Es necesario despertar a la acción renovadora
de Dios que nos alienta con su Espíritu.

Me levantaré y oraré, me sacudiré de todo negativismo,
de toda postración y falta de fe. No más queja,
no más auto conmiseración, y no más esperar golpes
de suerte en la vida.

Hoy despertare y comenzaré a construir mi nuevo
futuro en Dios, con Dios y desde Dios. Por medio de la
oración y la acción, convertiré mi vida en una fortaleza
que avanza cada día en bendición.

Salmo 57,8 (9) Despierta, alma mía;
despierten, arpa y salterio;
¡despertaré al nuevo día!

Dios Padre de amor: Hoy, una vez más, presento mi
vida delante de Ti, para pedir la unción de tu Santo
Espíritu, para que en el nombre de Jesús me regales la
sabiduría, la templanza y la decisión de levantarme de
toda postración y caminar con fe hacia la conquista de
toda bendición. Hoy renuncio, en el nombre de Jesús,
a toda cadena o atadura que pretenda impedir mi felicidad
y mi alabanza a tu santo nombre.
Amén.

Reflexión tomada del libro Una reflexión para cada ocasión III por Juan Alberto Echeverry

 

 


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