Cuando te sientas atacado por el mal

Job 1, 6-7. “Un día en que debían presentarse ante el Señor sus servidores celestiales, se presentó también el ángel acusador entre ellos. El Señor le preguntó: — ¿De dónde vienes? Y el acusador contestó: —He andado recorriendo la tierra de un lado a otro”. Entonces le dijo el Señor: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él, que me sirva tan fielmente y viva una vida tan recta y sin tacha, cuidando de no hacer mal a nadie. Pero el acusador respondió: —Pues no de balde te sirve con tanta fidelidad. Tú no dejas que nadie lo toque, ni a él ni a su familia ni a nada de lo que tiene; tú bendices todo lo que hace, y él es el hombre más rico en ganado de todo el país. Pero quítale todo lo que tiene y verás cómo te maldice en tu propia cara”. El mal nos puede atacar en varios niveles, aunque la gran mayoría de las cosas negativas que nos suceden no son producto del mal, sino producto de nuestras propias malas acciones, decisiones y palabras. Sin embargo, algunas veces el mal nos ataca en la economía, en las relaciones interpersonales, en la salud, en lo afectivo, en lo mental; haciendo que nuestra vida se convierta en un verdadero desastre, pero aun así, con el poder de Dios, podemos hacerle frente y salir victoriosos y fortalecidos. Así pues, si el mal te ataca con permiso de Dios, ten la plena seguridad que al final siempre será para un mayor bien; pero sobretodo, si has estado actuando bien, no hay brujería ni hechicería que valga contra ti. Números 23, 21-23. “Nadie ha visto engaño ni maldad en Israel, el pueblo de Jacob. El Señor su Dios está con ellos, y ellos lo aclaman como rey. Dios, que los sacó de Egipto, es para ellos lo que son para el búfalo sus cuernos. Contra Jacob no valen maleficios; contra Israel no sirven brujerías. Ahora es preciso decir a Israel: ‘¡Cuántas maravillas ha hecho Dios contigo!’”. El mal existe y hace daño, pero también tenemos ´poderosasarmas espirituales’ para la defensa; y aunque el proceso de liberación se demore un poco, ten la plena seguridad que Dios te va a sacar en victoria como a Job y vas a comprender el verdadero poder de Dios actuando en tu vida; vas a comprender su pedagogía y también el infinito valor de su misericordia. 1Juan 5, 18. “Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca”. Job 42, 12-13. “Dios bendijo a Job en sus últimos años más abundantemente que en los anteriores. Llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. También tuvo catorce hijos y tres hijas”. Dios, Padre de amor: En tus benditas manos está resguardada nuestra vida de todo mal. Y aunque estemos pasando por el valle de la tribulación y no entendamos por qué, sabemos que detrás de cada dificultad Tú tienes un maravilloso plan de salvación para cada uno de nosotros. Te pedimos, en el nombre de Jesús, que nos regales el don de la rectitud, la perseverancia en el camino del bien y la fortaleza para atravesar toda dificultad. Amén.

Reflexión tomada del libro Una reflexión para cada ocasión II por Juan Alberto Echeverry


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