Batallas diarias

1 Pedro 5,8 Sean prudentes y manténganse despiertos,
porque su enemigo el diablo, como un león rugiente,
anda buscando a quien devorar.

9 Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas
partes del mundo los hermanos de ustedes están
sufriendo las mismas cosas.

Diariamente en todo el mundo, los seres humanos
sin excepción tenemos todo tipo batallas: noticias
desalentadoras, peleas familiares, enemigos con y
sin razón, incomprensiones laborales, angustia económica,
hijos que no van por la senda que queremos,
batallas emocionales, problemas de infidelidad, robos,
enfermedades, duelos, etc.

Todo el tiempo estamos expuestos a batalla interior,
tratando de encontrar la felicidad que por momentos
parece ser esquiva. No eres el único que enfrenta
batallas, todos las tenemos; por ello es necesario que
te armes de valor y fortaleza bajo el escudo de la fe.
Es preciso armarse de paciencia, esperanza, positivismo,
decisión, firmeza y templanza, para hacerle
frente al maligno que quiere sacudir nuestra vida para
hacernos infelices.

No te dejes sacudir ni arrinconar por el mal, cambia
de actitud, y enfrenta la vida con tesón, para que cada
noche puedas expresar: “Gracias Señor por un día
más en el que me permitiste ganar la batalla”.

Jeremías 12,5 “Si tanto te cansas corriendo
contra gente de a pie,
¿cómo podrás competir con gente de a caballo?
En terreno seguro te sientes tranquilo, ¿pero qué harás
en la espesura del Jordán?

Dios Padre de bondad: En tus benditas manos está
nuestra vida. Te pedimos en el nombre de Jesús que
nos regales la fuerza necesaria para vencer cada una
de las batallas que se nos presentan cada día. No permitas
que nos desanimemos a causa de las dificultades
que enfrentamos y danos la fe, la alegría y la sabiduría
necesaria para alcanzar la eterna felicidad.
Amén.

Reflexión tomada del libro Una reflexión para cada ocasión III por Juan Alberto Echeverry

 


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